Asociación Urantia de España
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Luz y Vida – octubre 2022

In This Issue

Editorial – octubre 2022

María José Sánchez Santamaría

Editorial oct 22-1Dos ángeles sobrevuelan el Berlín de la posguerra, la ciudad partida en dos: Damiel y Cassiell. Son invisibles, salvo para los niños. Se cubren con abrigos oscuros, vuelan. Son eternos, protectores y vagabundos. Miran la realidad de los humanos en sepia. Los acompañan, los adivinan, pueden escuchar sus pensamientos. No tienen la posibilidad de sentir como sienten los humanos y son sin embargo ángeles empáticos. Comparten fragmentos de la vida de las personas, los acarician con la mirada, los sostienen sin que ellos lo sepan.

Les hablo de la conmovedora película El cielo sobre Berlín, dirigida por Wim Wenders.

Sin que nadie llegue a percibirlo, estos ángeles entran en una biblioteca. Como los humanos no pueden verlos, los ángeles se acercan con libertad, se sientan al lado de los humanos o les colocan una mano en el hombro. Intrigados, se asoman a los libros que están leyendo. Acarician el lápiz de un estudiante. Junto a unos niños, imitan el gesto de rozar las líneas con el dedo índice. Observan a su alrededor, con curiosidad, rostros ensimismados y miradas sumergidas en las palabras…

Los ángeles poseen el don de escuchar los pensamientos de las personas. Nadie habla, pero captan las sílabas silenciosas de la lectura. Leer construye una comunicación íntima, una soledad sonora que a los ángeles les resulta sorprendente y milagrosa.

Al igual que esta secuencia de la película, si pudiéramos estar presentes en la fascinante y remota Biblioteca de Alejandría estaríamos en unas estancias pobladas de rumores y bisbiseos a media voz. En la Antigüedad, cuando los ojos reconocían las letras, la lengua las pronunciaba, el cuerpo seguía el ritmo del texto y el pie golpeaba el suelo al ritmo. La escritura se oía. Pocos imaginaban que fuera posible leer de otra manera.

Ahora hablemos de ti, querido lector o lectora, que lees este editorial de nuestra revista. Ahora mismo, leyendo estas letras, estos garabatos negro sobre blanco en tu pantalla, estás realizando una actividad misteriosa e inquietante, aunque la fuerza de la costumbre te impide asombrarte por lo que haces. Piénsalo bien. Estás en silencio, recorriendo estas letras que te comunican ideas del mundo que te rodea ahora mismo. Te has retirado a una habitación interior donde te hablan personas lejanas en el tiempo o el espacio. Has creado una realidad paralela parecida a la ilusión cinematográfica, una realidad que depende solo de ti.

Pero esto no ha sido siempre así. Desde los primeros siglos de la escritura hasta la Edad Media, la norma era leer en voz alta, para uno mismo o para otros, y los escritores pronunciaban las frases a medida que las escribían escuchando su musicalidad. Los libros no eran una canción que se cantaba con la mente, como ahora, sino una melodía que sonaba en voz alta. Los pórticos de las bibliotecas antiguas no estaban silenciosos, sino invadidos por las voces y ecos de las páginas leídas. Quizá por eso los primeros en leer como lo haces tú, en silencio, en libertad individual, en conversación muda con el escritor, llamaban la atención en su tiempo.

En el siglo IV, Agustín se quedó tan intrigado al ver leer de esta forma al obispo Ambrosio de Milán que lo anotó en sus Confesiones. Era la primera vez que alguien hacía algo así delante de él. Agustín se da cuenta de que ese lector no está a su lado a pesar de su proximidad física, sino que está en otro mundo, viaja sin moverse y sin revelar dónde encontrarlo.

Eres, por tanto, un tipo muy especial de lector. Este diálogo silencioso entre tú y yo, libre y secreto, es una asombrosa invención. Algo que no debemos dejar que desaparezca, arrastrado por el aluvión de imágenes y estímulos digitales actuales.

Esta pequeña disertación acerca de la importancia de la lectura, de su singularidad y valor, busca revalorizar el acto cotidiano que tantos lectores de El libro de Urantia hacemos cada día, en diferentes partes del mundo y en diferentes lenguas. Bien solos, bien en grupos.

Cuando el 12 de octubre de 1955 salió a la luz pública y se difundió el libro azul, de esto hace ya 67 años, más de medio siglo, los reveladores sabían cuán importante era para nuestro progreso la lectura. Desde entonces no se ha cesado de editar la quinta revelación, de traducirse a decenas de lenguas, de ser leído a solas y de ser analizado en grupos, conferencias y encuentros por todo el planeta.

Precisamente ahora, en octubre, celebramos los 67 años de la publicación de El libro de Urantia.  Un libro que formula al principio su intención de expandir nuestra cosmovisión y desarrollo espiritual:

En nuestro esfuerzo por expandir la consciencia cósmica y elevar la percepción espiritual, es extremadamente difícil presentar conceptos ampliados y una verdad avanzada cuando estamos restringidos al uso de un lenguaje circunscrito del mundo. Sin embargo, tenemos el mandato de hacer todos los esfuerzos posibles para transmitir nuestros significados utilizando los símbolos verbales de la lengua inglesa. 0:0.2 (1.2)

Editorial oct 22-2Esta labor tan crucial que formula el libro azul en sus comienzos no sería posible si no estuviera fijado en un texto miles de ideas nuevas, rompedoras, expansivas. Un texto que puede ser releído cientos de veces, subrayado, resaltado en el papel. Un texto que, cada vez que es leído en ese diálogo silencioso a que hacía alusión antes, es comprendido mejor, es captado en mayores matices no vislumbrados en la primera lectura.

Esta manera tan llamativa de revelar la Deidad sus proyectos, no utilizando a personas como mensajeros, sino utilizando un elemento de tecnología humana como son los libros, ¿no os llama la atención? Un elemento que nos permite la comunicación íntima entre la mente de los que han elaborado los diferentes documentos del LU y los seres humanos. Es asombroso que este libro prodigioso permita esta comunicación con seres estelares, extraterrestres (y también con seres terrestres no tan conocidos como los seres intermedios). Una comunicación mente/mente que nos muestra que TODOS somos seres personales, todos somos capaces de establecer comunicación, todos formamos parte de una gran hermandad cósmica.

El mismo libro nos resalta este deseo divino de comunicación, este esfuerzo de ser revelado con multitud de recursos:

Nuestro Padre no se esconde, no se recluye arbitrariamente. Ha movilizado los recursos de la sabiduría divina en un esfuerzo sin fin para revelarse a los hijos de sus dominios universales. Hay una grandeza infinita y una generosidad inexpresable vinculadas a la majestad de su amor que hacen que anhele relacionarse con cada ser creado que pueda comprenderlo, amarlo o acercarse a él. Son, por lo tanto, las limitaciones inherentes a vosotros mismos, inseparables de vuestra personalidad finita y de vuestra existencia material, las que determinan el tiempo y el lugar y las circunstancias en las que podréis alcanzar la meta del viaje de ascensión del mortal y estar en la presencia del Padre en el centro de todas las cosas. 5:1.2 (62.4)

Los reveladores saben que esta comunicación tan inusual va a ser posible no sólo por el material del libro sino también por la presencia interna de una Chispa divina. Ahí está la clave de la comprensión del texto:

Aunque para acercaros a la presencia paradisíaca del Padre tengáis que esperar a alcanzar los niveles finitos más altos de progresión espiritual, deberíais regocijaros al reconocer la posibilidad siempre presente de comunión inmediata con el espíritu otorgado del Padre que tan íntimamente se asocia con vuestra alma interior y con vuestro yo en espiritualización. 5:1.3 (63.1)

Editorial oct 22-3El texto escrito hace ya 67 años es una puerta que, una vez abierta, una vez pasamos al otro lado, nos damos cuenta de que es un instrumento que nos lleva a descubrir que lo más importante de todo es el AMOR. Pero, realmente, todo es una puerta, todo está abierto para llegar a nuestra esencia fundamental… que es amorosa.

«Aquel día, el sermón del Maestro se redujo a una sola y enigmática sentencia.

»Se limitó a sonreír con ironía y a decir: “Todo lo que yo hago aquí es estar sentado en la orilla y vender agua del río”.

»Y concluyó su sermón.

El aguador había instalado su puesto a la orilla del río y acudían miles de personas a comprarle agua. Todo el éxito de su negocio dependía de que aquellas personas no vieran el río. Cuando, al fin, vieron, él cerró el negocio.»

Atravesemos la puerta que es El libro de Urantia, descubramos con su lectura lo que siempre ha estado ahí, a nuestro alcance, a mano: el río que todos tenemos dentro.

Trabajos – nuestras recomendaciones del mes

La creación del fuegoLa creación del fuego (Halbert Katzen)

En este trabajo, el autor habla del momento en el que los seres humanos empezaron a utilizar el fuego de manera intencionada. Como sabemos, en el libro se dice que fueron Andón y Fonta, la primera pareja de seres humanos, los primeros que consiguieron hacer fuego a voluntad, pero la ciencia actual sitúa el inicio de esa habilidad varios cientos de miles de años después. Unos recientes descubrimientos han permitido retrasar considerablemente esa datación.

 


El problema de JúpiterEl problema de Júpiter (Dick Bain)

Júpiter, ese planeta gigante gaseoso de nuestro sistema solar, siempre ha fascinado a astrónomos y no astrónomos. De hecho parece que no suele ser habitual encontrar ese tipo de planetas en otros sistemas solares, lo que lleva al autor a considerar lo que nos dicen los reveladores sobre nuestro propio sistema solar, que ellos llaman Monmatia y que tiene numerosas particularidades que lo hacen alejarse de lo que suele ser habitual. De hecho, el problema de Júpiter que da título a este trabajo es que no debería estar donde está. En palabras del autor: «Según los modelos actuales, los planetas gigantes se forman en los confines exteriores de un sistema, luego migran hacia adentro y terminan muy cerca de su estrella. Pero esto no podría ser para Júpiter. Es un planeta enorme, de más del doble de masa que el resto de planetas combinados del sistema solar, pero que sin embargo, orbita en una zona muy interior».


Comentarios al documento 179 Comentarios al documento 179 (Jan Herca)

En este artículo, el autor trata sobre la Última Cena (de la que justamente se habla en el documento 179) y las circunstancias que la rodearon, comparando lo que se dice en el libro con los evangelios. En palabras del autor: «Pocos se paran a pensar detenidamente en lo que Jesús hizo esa noche: ¡cambió los rituales antiguos! Pero Jesús no estaba inaugurando una nueva forma de celebrar la antigua pascua. Su intención no era la de coartar la libertad humana y obligar a un nuevo tipo de celebración. Jesús estaba, sencillamente, dando una lección de libertad y utilizando un ritual antiguo como medio para una enseñanza mayor y para establecer un nuevo tipo de conmemoración».


Los retos de los líderes de la quinta revelaciónLos retos de los líderes de la quinta revelación (Olga López)

En esta presentación, la autora hace un repaso de lo que para ella son las características deseables en los líderes que beben de las enseñanzas de El libro de Urantia, que poco tienen que ver con el concepto de líder que hemos visto hasta ahora en la historia de las religiones y de la humanidad en general. También incluye ejemplos de verdaderos líderes que aparecen en el libro en cada una de las revelaciones de época anteriores, y por último enumera las características que hacen que la comunidad de lectores del libro sea distinta a las comunidades que se han creado a partir de las religiones evolutivas.


 

Historia y enseñanzas – Crónica de la vida de Jesús

Crónica de la vida de Jesús-oct 22RELATO PERIODÍSTICO DE LA VIDA Y ENSEÑANZAS DE JESÚS SEGÚN EL LIBRO DE URANTIA

Os presentamos la siguiente entrega de las crónicas de la vida de Jesús, que en esta ocasión contiene lo que nos cuentan los reveladores en el documento 137 (La espera en Galilea). Dentro del PDF veréis un botón desde donde acceder al texto del documento desde el sitio web de la Fundación Urantia.

Resumen del documento 137

Guía de El libro de Urantia para niños: Los días escolares de Jesús en Nazaret

Jesús a los 7

Continuamos repasando el trabajo secundario Una guía infantil hacia El libro de Urantia, de Mary Livingston. Este es el siguiente capítulo, dedicado a los días escolares de Jesús de Nazaret, y comienza así:

«Todos los niños judíos a los siete años iban a la escuela. En esa época las niñas no concurrían a la escuela. Jesús, junto con los demás niños judíos, fue a la escuela.»

Descarga del capítulo completo en formato PDF

Otros libros de crecimiento espiritual

Más Platón y menos ProzacEl cristianismo es Amor (Miguel Ruiz de Ayúcar)

El libro es una iniciación al verdadero cristianismo, a la palabra y obras de Jesús, basado en los cuatro evangelios en cartas de San Pablo, San Agustín, etc. Está escrito para su fácil entendimiento, con citas del evangelio, de las cartas de San Pablo, de San Agustín, de partes del antiguo testamento, de los salmos. También tiene comentarios sobre la vida de Jesús y sobre algunas de sus parábolas.

Ver la reseña completa en nuestra página web


Dios existeLas siete leyes espirituales del éxito (Deepak Chopra)

Deepak Chopra es un especialista en la medicina mente-cuerpo, autor de numerosos libros. En este desarrolla siete principios, con la base de que «el éxito es un viaje y no un destino». Libro práctico (cómo no podía ser menos siendo de autoayuda) pero de un profundidad tremenda: «No somos unos seres humanos que tenemos experiencias espirituales de cuando en cuando. Es al contrario: somos unos seres espirituales que tenemos experiencias humanas de cuando en cuando».

Ver la reseña completa en nuestra página web

Vídeo – nuestra recomendación del mes

La Última CenaLa Última Cena por Javier Martínez (Estudio del Libro de Urantia)

En este vídeo se incluye una de las sesiones de estudio del grupo de estudio ICSS, compuesto por lectores de diferentes países de América Latina; en este caso uno de sus miembros, Javier Martínez, ofrece desde España una exposición sobre la Última Cena y las circunstancias que la rodearon. En palabras de su autor, «en esta presentación analizaremos cada suceso que aconteció en esta última cena del recuerdo, sus detalles, mensajes y enseñanzas».

Navegando por la vida – El valor de una sonrisa

El valor de una sonrisaNo cuesta nada, pero crea mucho.

Enriquece a quienes reciben, sin empobrecer a quienes dan.

Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces para siempre.

Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella, y nadie tan pobre que no se pueda enriquecer por sus beneficios. Crea la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en los negocios y es la contraseña de los amigos.

Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol para los tristes y el mejor antídoto contra las preocupaciones.

Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada, porque es algo que no rinde beneficio a nadie a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente.

Y si en algún momento de mucho trabajo alguno de nosotros está demasiado cansado para darle una sonrisa, ¿podemos pedirle que nos deje usted una sonrisa suya?
Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien no le queda ninguna que dar.

(Frank Irving Fletcher)

Mi párrafo favorito

Víctor Manuel Fernández Martín

Mi párrafo favorito - oct 2022Para mí es muy importante ya que, si se entendiera correctamente, se aclararía el problema «espíritu-materia», que ha sido causa de tantos enfrentamientos entre posturas excesivamente espiritualistas y posturas excesivamente materialistas. Creo que, en este aspecto, El libro de Urantia nos invita a una reflexión pausada y sosegada sobre la realidad que se traduciría en una mayor dignidad del ser humano. La cita es la siguiente:

11:0.1 (118.1) EL PARAÍSO es el centro eterno del universo de universos y el lugar de residencia del Padre Universal, el Hijo Eterno, el Espíritu Infinito y sus iguales en rango y compañeros divinos. Esta Isla central es el cuerpo organizado de realidad cósmica más gigantesco de todo el universo maestro. El Paraíso es una esfera material así como una morada espiritual. Toda la creación inteligente del Padre Universal se domicilia en moradas materiales; de ahí que el centro de control absoluto deba ser también material en el sentido literal de la palabra. Y debe reiterarse de nuevo que las cosas de espíritu y los seres espirituales son reales.

Saludos fraternos.

Reflexiones urantianas

Luis García Bory

Reflexiones urantianas - LGBParece que sabemos mucho sobre el cuerpo humano, pero nuestro conocimiento actual y la experiencia documentada sobre el funcionamiento de nuestros circuitos mentales junto con el cerebro y el sistema nervioso (y los otros ocho sistemas corporales que tenemos) parecen estar en una fase muy temprana de desarrollo.

En parte debido a la crisis de salud mental que provocó la pandemia de coronavirus, nos vimos obligados a mirarnos a nosotros mismos de forma más cruda y a reevaluar muchos aspectos de nuestra realidad como individuos y como miembros activos de familias, organizaciones y comunidades.

En muchos casos, no nos gustó lo que vimos. Y algunos de nosotros, como resultado, empezamos a experimentar una variedad de problemas de salud física (no relacionados con el COVID-19) y mental sin precedentes. Al mismo tiempo, sin embargo, un suceso tan aparentemente lamentable creó la oportunidad de replantearnos cómo y por qué vivimos de la manera en que vivimos; las relaciones con personas significativas para nosotros, y con los factores externos básicos que conforman lo que podríamos llamar la existencia cotidiana.

De alguna extraña manera, nos vimos obligados a reavivar nuestro verdadero fuego y a reencontrarnos con nuestra paz mental. Es posible que algunos hayamos considerado por primera vez el papel que desempeñan la fuerza emocional y la resiliencia mental para que alcancemos un nivel razonable de estabilidad y bienestar.

Algunos estábamos en madrigueras de conejo más profundas y nos vimos obligados a aceptar que algo tenía que cambiar. Empezamos a enfrentarnos a estados emocionales y mentales francamente desagradables o depresivos. Algunos puede que hayan realizado cambios drásticos en las relaciones esenciales (familia, colegas, trabajo, placer, comida, descanso y ejercicio, por nombrar lo más básico). Otros posiblemente volvieron a una práctica más regular de introspección, meditación, adoración, oración y súplica.

Y fue a través de la introducción (o intensificación) de estas prácticas que pudimos recordar lo importante que es tener un sistema espiritual funcional y eficiente para lograr una salud más sana (bienestar energético, físico, mental y emocional).

La gran pregunta es: ¿qué forma parte de ese sistema y cómo lo mantenemos en funcionamiento? El libro de Urantia parece ofrecer algunas pistas sobre cómo activarlo y mantenerlo sanamente funcional (generador de morontia, si se quiere).

¿Cuáles crees que son las partes de ese sistema? ¿Cómo lo mantenemos sano y funcional?

Respecto a este tema, tengo muchas citas del libro que compartir:

Antes de separarse para cumplir su misión, los seis debatieron mucho sobre este mandato de Jesús de que cada uno eligiera un nuevo apóstol. Por fin prevaleció el consejo de Andrés y se pusieron en marcha. En esencia, Andrés dijo lo siguiente: «El Maestro tiene razón; somos demasiado pocos para este trabajo. Se necesitan más maestros, y el Maestro ha mostrado una gran confianza en nosotros al encargarnos de elegir a los seis nuevos apóstoles». Esa mañana todos ocultaban cierto abatimiento cuando se despidieron para emprender su trabajo. Sabían que iban a echar de menos a Jesús y, aparte de su miedo y su timidez, esta forma de inaugurar el reino de los cielos no era la que ellos habían imaginado.

(138:1.3)

Tomás tenía días muy malos; a veces se encontraba triste y abatido. La pérdida de su hermana gemela a los nueve años había entristecido mucho su juventud y agravó los problemas temperamentales de su vida adulta. Cuando Tomás se descorazonaba unas veces le ayudaba a recuperarse Natanael, otras, Pedro o uno de los gemelos Alfeo. Por desgracia, cuando estaba más deprimido intentaba siempre evitar el contacto directo con Jesús. Pero el Maestro estaba enterado de todo y mostraba una afectuosa comprensión hacia su apóstol cuando le aquejaba la depresión y le acosaban las dudas.

Tomás obtenía a veces permiso de Andrés para marcharse a solas durante un día o dos. Pero pronto descubrió que eso no solucionaba nada y que cuando estaba abatido era mejor aferrarse a su trabajo y quedarse cerca de sus compañeros. Con independencia de los altibajos de su vida emocional, Tomás se mantuvo firme como apóstol. Cuando llegaba el momento de avanzar él era siempre el que decía: «¡Vamos allá!».

Tomás es el gran ejemplo del ser humano que tiene dudas, las afronta y las vence. Era un gran pensador y no un crítico agrio. Era un pensador lógico; era la prueba de fuego para Jesús y sus apóstoles. Si Jesús y su obra no hubieran sido genuinos, no habrían podido nunca retener a un hombre como Tomás desde el principio hasta el final. Tomás tenía un sentido agudo y certero de los hechos, y al primer síntoma de fraude o engaño los habría abandonado a todos. Puede que los científicos no comprendan plenamente todo lo relacionado con Jesús y su trabajo en la tierra, pero hubo un hombre de mente verdaderamente científica —Tomás Dídimo— que vivió y trabajó con el Maestro y sus compañeros humanos. Y él creía en Jesús de Nazaret.

Tomás pasó por momentos difíciles durante los días del juicio y la crucifixión. Estuvo sumido durante un tiempo en los abismos de la desesperación, pero recobró su valor, se mantuvo unido a los apóstoles y estuvo con ellos en el mar de Galilea para recibir a Jesús. Sucumbió durante algún tiempo a su abatimiento escéptico, pero terminó recobrando su fe y su valor. Aconsejó inteligentemente a los apóstoles después de Pentecostés, y cuando la persecución dispersó a los creyentes fue a Chipre, Creta, Sicilia y la costa del norte de África a predicar la buena nueva del reino y bautizar a los creyentes. Siguió predicando y bautizando hasta que fue detenido por agentes del gobierno romano y ejecutado en Malta. Unas semanas antes de su muerte había empezado a escribir el relato de la vida y las enseñanzas de Jesús.

(139:8.10 a 139:8.13)

Cuando subieron a la montaña los problemas se agolpaban en la cabeza de Andrés. El corazón de Juan estaba sumido en el desconcierto. El alma de Santiago estaba profundamente atribulada. Mateo veía escasear los fondos como consecuencia de la estancia entre gentiles. Pedro estaba alterado y más temperamental que de costumbre. Judas sufría uno de sus ataques periódicos de susceptibilidad y egoísmo. Para Simón era un grave problema conciliar su patriotismo con el amor de la hermandad humana. Felipe estaba cada vez más confundido por el desarrollo de los acontecimientos. Natanael ya no tenía el mismo sentido del humor desde que estaban en contacto con poblaciones gentiles y Tomás estaba en plena racha de depresión. Solo los gemelos estaban tranquilos y normales. Y ninguno de los doce sabía qué hacer para llevarse bien con los discípulos de Juan.

Al tercer día los doce bajaron muy cambiados de la montaña a su campamento. Habían hecho el importante descubrimiento de que muchas complicaciones humanas en realidad no existen, de que muchos problemas agobiantes son creaciones de un miedo exagerado y fruto de un recelo desmedido. Habían aprendido que todas esas situaciones se manejan mejor alejándose de ellas. Al distanciarse habían dejado que los problemas se resolvieran solos.

A la vuelta de este descanso las relaciones con los seguidores de Juan empezaron a mejorar notablemente. Muchos de los doce se llenaron de alborozo cuando vieron el cambio de estado de ánimo de los demás y comprobaron que tres días de vacaciones lejos de los deberes rutinarios de la vida habían bastado para liberarlos de su estado de irritación nerviosa. Existe siempre el peligro de que la monotonía del contacto humano multiplique considerablemente las complicaciones y exagere las dificultades.

(143:3.5 a 143:3.7)

En servicio.

Luis

Cuestionario urantiano: Jeannie Vázquez de Abreu

Jeannie VázquezSoy Jeannie Vázquez, vivo en Montevideo, Uruguay. Me dedico a estudiar y servir a la revelación de El libro de Urantia.

  1. ¿Cómo llegaste hasta El libro de Urantia y por qué crees que lo encontraste?

Lo encontré leyendo un breve artículo en una revista publicada por un diario de Uruguay. Allí se mencionaba brevemente que El libro de Urantia afirmaba ser una revelación divina que presentaba la vida completa de Jesús de Nazaret. Yo tenía años de buscar información sobre Jesús y Dios, el alma, la vida eterna. Necesitaba saber si todo eso existía realmente. Mi búsqueda había sido casi angustiosa; había leído numerosos libros (supuestamente) espirituales y asistido a conferencias que trataban de esos temas.

Leer en aquel articulo «revelación de la vida completa de Jesús» fue como un disparador dentro de mí. Salí corriendo (literalmente) y llegué sin aliento a una librería que estaba a siete cuadras de mi casa. Allí lo tenían, enorme, con su tapa azul engomada. Ver que era un libro grande me encantó porque siempre fui una lectora ávida, y leer un buen libro que durara mucho era, y sigue siendo, un placer para mí.

  1. ¿Cuál fue tu primera impresión al leerlo?

Lo primero que leí fue el índice, mientras caminaba despacio de regreso a mi casa. Me fascinó ver que hablaba del Padre Universal. Luego leí partes sueltas. Mi primera impresión fue que lo que leía era (es) verdadero.

  1. ¿En qué punto de la lectura (documento, frase, etc.) aceptaste que El libro de Urantia es realmente lo que dice ser?

Desde el principio lo acepté como verdad, no dudé de que es una revelación divina real. La revelación respondió a todas mis preguntas y dudas, satisfizo mi hambre de verdad.

  1. ¿En qué forma El libro de Urantia ha cambiado tu vida?

El libro de Urantia me dio paz en cuanto a la realidad espiritual, calmó mi sed de conocimiento y entendimiento de cómo funciona realmente la sobrevivencia del alma, la vida después de la muerte, la verdad sobre Jesús, el origen de la vida, la realidad universal. Pero lo que cambió mi vida fue decidir hacer y vivir lo que el libro enseña: consagrarme a hacer la voluntad del Padre, de todo corazón, y esforzarme por vivirla.

  1. ¿Ha cambiado la fe que tenías después de leerlo? Si es así, ¿de qué forma?

Sí, muchísimo. Sí tenía fe, puedo darme cuenta de ello ahora, al mirar hacia atrás. Pero era una fe llena de incertezas, vacilante en cuanto al direccionamiento confiado y sereno que tengo ahora. Sí me esforzaba por vivir en rectitud, tenía ideales, buscaba crecer interiormente, pero el objetivo de mis esfuerzos no era claro, mi mente estaba sumida en un mar de dudas. Ahora sé que Dios vive en mí, y comulgar con él en oración y adoración diaria y recibir sus dones ha alimentado mi fe de manera maravillosa.

  1. ¿Hay algún punto (o puntos) de la revelación que te cueste aceptar?

Ya no, pero al principio sí. Cuando leí que la reencarnación no existía pensé que el libro estaba equivocado, que el revelador debía haber querido decir alguna otra cosa. Busqué y busqué algo en el propio libro que confirmara mi creencia. No encontré nada, por supuesto. Hasta que un día leí la historia de cómo se había recibido el libro. Esa información fue decisoria para mí, porque me mostró el método divino de hacer las cosas. Entonces acepté íntegramente la revelación, descarté mis creencias y toda enseñanza que contradijera los conceptos contenidos en el libro.

  1. ¿Cuál es la parte que más profundamente te ha impresionado?

No puedo decir que una parte me haya impresionado más que otra. Todo el libro me impresionó y conmovió (y conmueve cada día).

  1. ¿Cómo entiendes tú eso de «hacer la voluntad del Padre»?

Primero, es una decisión personal que debe ser total, profunda, incondicional. Luego, es un esfuerzo diario de comunión adoradora con el Padre, que alimenta el alma y nos sostiene en el servicio a los demás. Es un anhelo que motiva, una comunión que transforma, una vida dedicada a mostrar el amor divino a todos nuestros hermanos, a crecer en frutos del espíritu, valores divinos, semejanza con el Padre, amando a nuestros hermanos cada día más, esforzándonos por ser como Jesús fue en su vida humana.

  1. ¿Has llegado a ser consciente de la presencia de tu Ajustador?

Sí.

  1. ¿Has intentado poner en práctica las enseñanzas del Maestro? ¿Cuál ha sido el resultado?

Sí, cada día desde hace más de 20 años. El resultado ha sido amor, paz, felicidad, anhelo de servir a mis hermanos, búsqueda de una mayor comprensión de la verdad divina, dedicación a servirles, crecimiento y madurez.

  1. ¿Crees que El libro de Urantia tiene algo «misterioso» que hace que no todo el mundo se decida a leerlo?

La verdad, creo que lo que hace que las personas lo lean o no, no está tanto en el libro sino en el interior de las personas. Su hambre (o no) por la verdad divina y por conocer a Dios, el estado de su mente, su apertura interior o el grado de apego a sus creencias, determinarán si leen y aceptan la revelación o la rechazan.

  1. ¿Hay algo más que quieras decir respecto a El libro de Urantia?

Quisiera que muchos más de los que conocemos y creemos en las enseñanzas divinas de El libro de Urantia nos atreviéramos a ser y hacer las cosas que Jesús y los reveladores nos enseñan, y así contagiar a los que están abiertos a la espiritualidad, a recibir también el tesoro que nosotros recibimos cuando conocimos esta revelación divina.

Acerca del boletín Luz y Vida

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