(Reseña de Joaquín Soto)
Esta película dirigida por Fred Zinnemann es un impecable drama histórico que describe el proceso que llevó a la ejecución del gran erudito y humanista Tomás Moro en la Inglaterra del rey Enrique VIII.
Prestigiosa película multipremiada, cuenta con un formidable guión y con una excepcional interpretación de su protagonista principal.
Con el confictivo divorcio de Enrique VIII de Inglaterra de su primera esposa Catalina de Aragón como telón de fondo, la película plantea el dilema de Moro sobre cómo conciliar sus más profundas e íntimas creencias con la obediencia a las leyes de los hombres, en este caso surgidas casi de improviso y con un muy marcado carácter coyuntural, cuando las unas y las otras son incompatibles entre sí.
Dada la imposibilidad de que un régimen autoritario y despótico admita la objeción de conciencia, el protagonista, víctima y héroe a su pesar, opta por mantenerse firme en sus convicciones y adoptar hasta el final una coherencia y rectitud moral, en claro contraste con la cobardía, corrupción y deshonestidad imperantes entre la clase dirigente inglesa de la época.