Luis Alfonso nació en la mágica región de los Llanos Orientales de Colombia, hace 61 años. Está casado y tiene dos hijos; reside en Bogotá, Distrito Capital, con su familia. Ejerce como consultor legal independiente, principalmente en la regulación económica de mercados de energía y transición energética. Desde 1997 se desempeña como docente universitario en distintas áreas del Derecho. Estudia El libro de Urantia desde 2003 y ha participado en varios cursos como estudiante y profesor-facilitador de la UBIS.
- ¿Cómo llegaste hasta El libro de Urantia y por qué crees que lo encontraste?
A comienzo de 1997 supe del libro cuando le pregunté a mi cuñado, un ser humano maravilloso y excelente médico otorrinolaringólogo, qué quería de regalo en su cumpleaños cincuenta; él solamente sabía que no tenía autor conocido y que trataba del universo y la historia del planeta. Tres años después, para sorpresa mía, lo encontré exhibido en una librería entre libros que trataban sobre mercados de gas natural y energía eléctrica. La única similitud entre esos libros era el color azul y blanco de la cubierta.
El libro llegó a mi vida cuando buscaba respuesta a las preguntas más trascendentales que me hacía en esa época: ¿Quién soy? ¿Para qué existo? ¿Cuál es mi misión en la vida? Me gusta creer que el libro llegó en la etapa en que mi Ajustador del Pensamiento empezaba a pasar de Ajustador a Controlador.
- ¿Cuál fue tu primera impresión al leerlo?
Cuando empecé a leerlo tuve una mezcla de alegría, por haberlo encontrado, como cuando uno descubre algo maravilloso; de tristeza, porque para entonces mi cuñado había fallecido; de asombro, por las revelaciones tan profundas y de frustración, por la dificultad para comprenderlo. Dos años después, cuando terminé de leerlo, tuve una sensación similar a la de haber armado el rompecabezas y la certeza de que empezaba una nueva etapa en mi vida.
- ¿En qué punto de la lectura (documento, frase, etc.) aceptaste que El libro de Urantia es realmente lo que dice ser?
Fue un proceso gradual. Desde la lectura del Prólogo sentí que mi curiosidad se multiplicó; el descubrimiento permanente en cada página me animó a perseverar en la lectura. Recuerdo estos momentos maravillosos que me llevaron a asumir que el libro es realmente lo que dice ser: i) la presentación-declaración del Consejero Divino al final del Documento 1, especialmente en la parte que dice: «He disfrutado muchas veces del supremo placer de estar durante un tiempo en la presencia personal directa del Padre Universal. Describo la realidad y la verdad de la naturaleza y de los atributos del Padre con indiscutible autoridad. Sé de lo que hablo», unido a la percepción de que el libro presenta realidades profundas, en forma descriptiva; ii) el descubrimiento de la morada del Padre Universal, la Isla Eterna del Paraíso, literalmente trascendió mi imaginación (Doc. 11); iii) el descubrimiento del Ajustador del Pensamiento, el mayor de los descubrimientos (Doc. 107 a 110); y iv) la transmisión de los extractos de la instrucción previa al séptimo otorgamiento de Miguel impartida por Emmanuel (Doc. 120). Cuando empecé a leer la vida y enseñanzas de Jesús ya no tuve alguna duda sobre la realidad de la revelación.
- ¿En qué forma El libro de Urantia ha cambiado tu vida?
Ha sido un cambio progresivo, en el que he ido lentamente del conocimiento y la razón intelectual a la experiencia personal en la vida interior. Destaco algunos aspectos. El descubrimiento de que el mandato: «Sed perfectos como yo soy perfecto» es la razón del plan divino (1:0.3); que Dios es amor; que la sintonización con el Ajustador del Pensamiento es la gran meta de la existencia humana (110:3.4); que Dios es la experiencia más grande de la existencia humana y que la búsqueda de Dios es el otorgamiento ilimitado y sin fin de amor (117:6.9), le han dado propósito, sentido y plenitud a mi vida.
El libro me ha aportado técnicas y herramientas para el crecimiento desde la vida interior. Descubrir que la imperfección hace parte del plan divino, que la divinidad se manifiesta imperfecta a través de la imperfección humana, me ha ayudado a elevar el valor de nuestra naturaleza humana. Comprender que las incertidumbres y vicisitudes inevitables (Doc. 3:5) son la mejor escuela de la vida me ha motivado a vivir con mayor entusiasmo cada experiencia diaria. Las afirmaciones filosóficas con las que inicia el desarrollo de la mota de morontia (Doc. 48.7), me han inspirado a conocer mejor quiénes somos y nuevos significados de la vida humana. Las técnicas para preparar el terreno esencial para el desarrollo (100:1.5) y los hábitos religiosos (100:1.7) me están facilitando la disposición para el crecimiento espiritual.
El conocimiento de la vida de Jesús me ha permitido conocer la revelación del Padre al hombre y empezar a experimentar la comprensión de la autorrealización, a través de la oración, la adoración y el amor al prójimo.
- ¿Ha cambiado la fe que tenías después de leerlo? Si es así, ¿de qué forma?
Sí, mi fe ha cambiado significativamente después de leer el libro. Siento que he pasado de la creencia a la experiencia personal de los significados y valores espirituales en la vida interior. Hoy en día percibo la fe no solo como un estado mental, sino como una experiencia personal en la búsqueda de la realidad espiritual. Percibo la fe como la realidad del trabajo armonioso con mi Ajustador, con la guía divina, mediante el amor al prójimo.
- ¿Hay algún punto (o puntos) de la revelación que te cueste aceptar?
No. Al comienzo tuve dificultad con el Prólogo, por incredulidad, generada principalmente por las limitaciones de la mente frente a los distintos niveles de realidad y de manifestación de la divinidad que describe. Superadas varias lecturas del Prólogo, sentí que mi mente estaba dispuesta a asimilar el libro, y esa disposición ha ido en aumento.
- ¿Cuál es la parte que más profundamente te ha impresionado?
Lo que más profundamente me ha impresionado es la revelación de que Dios reside en la mente mortal, el descubrimiento del hecho de que la actualidad del amor sublime, la voluntad del Padre Universal, reside en la mente sujeta a la voluntad humana.
- ¿Cómo entiendes tú eso de «hacer la voluntad del Padre»?
Para hacer la voluntad del Padre es necesario reconocerla. En el mandato supremo el Padre se nos revela y nos revela su voluntad: «Sed perfectos como yo soy perfecto». Nos dice yo soy perfecto y mi voluntad es que ustedes sean como yo. Jesús nos reveló la voluntad del Padre como el conjunto de sus atributos: el Padre del cielo es santo, justo, grande, verdadero, bello y bueno, a través de una vida plena de amor al prójimo. Así, Jesús nos reveló el significado humano de hacer la voluntad del Padre en la experiencia de amar al prójimo como el Padre nos ama.
A partir de ese reconocimiento, entiendo que hacer la voluntad del Padre es vivir la decisión suprema; es reconocer que el Padre es nuestro origen y destino; es caminar el camino de Dios. Es la experiencia más grande, verdadera, bella y buena de la existencia humana. Es esforzarse por imitar el amor de la divinidad; es anhelar sinceramente ser como es Dios, la actualidad del amor. Es trabajar armoniosamente con el Ajustador del Pensamiento; esforzarse por responder a la guía divina. Es amar a Dios con todas las fuerzas del corazón, la mente y el alma; es alistar toda la personalidad para el servicio al prójimo. En síntesis, es amar a Dios a través del servicio altruista, procurando el mayor beneficio para el prójimo: la búsqueda de Dios y la salvación del alma.
- ¿Has llegado a ser consciente de la presencia de tu Ajustador?
Sí, mi fe se basa en la consciencia de la presencia de mi Ajustador. Percibo su presencia en la oración y la adoración, en el amor al prójimo, en la felicidad, la paz, la fe y en los demás frutos del espíritu. Los frutos del espíritu son los frutos de la presencia y trabajo incansable de mi Ajustador; sin él no hay frutos del espíritu. Por otra parte, hacer consciencia de los venenos de la mente me ayuda a ser consciente de mi desconexión de la presencia del Ajustador; el miedo y la ansiedad los utilizo como alarmas que me indican la desconexión de la presencia divina.
- ¿Has intentado poner en práctica las enseñanzas del Maestro? ¿Cuál ha sido el resultado?
Sí, especialmente la aceptación de la filiación divina, el nacimiento del espíritu, la paternidad del Padre, la hermandad en el espíritu y el nuevo mandamiento, a través del servicio altruista y el perdón. Los resultados los percibo en mayor confianza en Dios, un mayor anhelo y perseverancia en la búsqueda de Dios; una vida interior de paz, felicidad, amor y fe; y el deseo sincero de conocer y servir mejor al prójimo.
11. ¿Crees que El libro de Urantia tiene algo «misterioso» que hace que no todo el mundo se decida a leerlo?
Percibo que El libro de Urantia le llega en el momento justo a cada persona. Posiblemente una persona que no esté motivada espiritualmente no lo leerá; lo que en alguna medida pone de presente que el libro revela realidades espirituales vivas.
- ¿Hay algo más que quieras decir respecto a El libro de Urantia?
Quiero destacar la coherencia de El libro de Urantia. A pesar de que muchos asuntos son tratados a lo largo de su contenido, en distintas partes y por diferentes reveladores, me fascina la coherencia que encuentro en las revelaciones sobre cada tema presentado. ¡Solo la verdad y su realidad pueden ser tan coherentes!
¡Mil gracias!