Juan Antonio Figal Mañas vive en León, tiene 49 años y es peón de la construcción. Está separado y tiene un hijo.
- ¿Cómo llegaste hasta El libro de Urantia y por qué crees que lo encontraste?
No recuerdo como llegué, pero sí sé que era un momento muy duro donde empecé a ser consciente de que mi matrimonio estaba roto y que mi vida parecía que también. En una crisis emocional que tuve hablé con el Padre y le pedí que me ayudara a poder buscarle y que pondría todo en cuanto mis capacidades me permitieran. Y poco después llego y sigo con su estudio hasta ahora.
- ¿Cuál fue tu primera impresión al leerlo?
Me quedé atónito porque muchos de los conceptos que leía y mucha de la información que se daba alguna vez se me pasaron por la cabeza pero claro, como tenía conceptos preconcebidos por mi educación católica, pensé que esas ideas eran fruto de mi psique, parece ser que no. Qué alegría me entró cuando vi que esas ideas eran reales, a medida que iba leyendo todo me iba cuadrando y empecé a entender las realidades espirituales y el universo de otra manera muy distinta. La primera lectura fue maravillosa y un regalo caído del cielo.
- ¿En qué punto de la lectura (documento, frase, etc.) aceptaste que El libro de Urantia es realmente lo que dice ser?
No sé exactamente en qué momento supe que era una revelación. Había ciertas dudas, como es comprensible, pero lo que sí sé es que a medida que lo iba leyendo mi nivel de conciencia fue cambiando y empecé a ver las cosas de manera distinta. Desde un principio tenía claro que algo había y que la información que se daba era muy coherente y muy acorde a mí manera de pensar. A día de hoy no es que crea en la información que se da, es que lo sé.
- ¿En qué forma El libro de Urantia ha cambiado tu vida? ¿Ha cambiado la fe que tenías después de leerlo? Si es así, ¿de qué forma?
Pues es sencillo: hago la voluntad del Padre y estoy en armonía con el amado Creador de nuestro universo local mientras afronto las dificultades de la vida. Les quiero mucho y me alegro de poder llevarlos todo el día en mi corazón, a pesar de que como ser imperfecto no hago muchas cosas bien.
- ¿Hay algún punto (o puntos) de la revelación que te cueste aceptar?
Hay una parte que nunca he entendido, como cuando fallece un niño o un bebé. Nos dicen los reveladores que el infante se repersonaliza cuando uno o los dos progenitores también sean repersonalizados, pero si ningún progenitor sobrevive a la muerte, ¿qué pasa con el infante? Estoy seguro que habrá un plan B, porque no me creo que el infante caiga en el olvido. Esta parte me ha dado muchos, pero muchos dolores de cabeza.
- ¿Cuál es la parte que más profundamente te ha impresionado?
El libro entero me ha impresionado desde la primera página hasta la última. Por impresionarme me ha impresionado hasta la portada.
- ¿Cómo entiendes tú eso de «hacer la voluntad del Padre»?
Para mí, hacer la voluntad del Padre invisible es aprender a coger el hábito de estar en comunicación con él, compartir los momentos buenos y menos buenos con él, y llevarlo contigo en todos los momentos de tu vida. Para mí, mi Padre mayor y mi padre-hermano Miguel no son incompatibles con mi vida. Cuando a un barco se le pone un mástil y una vela no le da más peso al barco sino más velocidad. Es un honor y un placer servir a mis padres.
- ¿Has llegado a ser consciente de la presencia de tu Ajustador?
Prefiero pensar que no a que sí, pero sí que siento consuelo y guía en ciertos momentos de mi vida.
- ¿Has intentado poner en práctica las enseñanzas del Maestro? ¿Cuál ha sido el resultado?
Todos los días trato de llevar una vida parecida a mí amado Maestro, pero estoy tan lejos de hacer lo que él hizo que me siento ridículo. Estoy muy lejos de seguir sus enseñanzas, pero muy cerca de él porque le quiero.
10. ¿Crees que El libro de Urantia tiene algo «misterioso» que hace que no todo el mundo se decida a leerlo?
Pues a estas alturas que tengo de su estudio tengo claro que no todo el mundo está capacitado para su entendimiento, y no quiero decir que los que sí estamos seamos superdotados, ni mucho menos. Sencillamente hay unas personas que van mejor por otras vías espirituales y otras personas por otras. Al final la vía adecuada es aquella con la que más te identificas, pero aunque esté mal decirlo, El libro de Urantia no es para todo el mundo.
- ¿Hay algo más que quieras decir respecto a El libro de Urantia?
Me siento muy orgulloso de que desde arriba hayan puesto su confianza en mí en cuanto a las enseñanzas interminables que tiene el libro, han confiado en mí y ahora yo confío en ellos.