Cuestionario urantiano

Mariano PérezMariano Pérez vive en Torrejón de Ardoz (Madrid). Trabaja como instructor de formación desde hace 39 años en una empresa ferroviaria. Está casado y tiene tres hijas.

  1. ¿Cómo llegaste hasta El libro de Urantia y por qué crees que lo encontraste?

Llegué a El libro de Urantia leyendo El testamento de san Juan, de J.J. Benítez, en el que hacía un agradecimiento a la Fundación Urantia.

  1. ¿Cuál fue tu primera impresión al leerlo?

Tenía la intuición de que era verdaderamente importante, estaba convencido de que había encontrado una información valiosa que cambiaría mi forma de ver el mundo.

  1. ¿En qué punto de la lectura (documento, frase, etc.) aceptaste que El libro de Urantia es realmente lo que dice ser?

En los primeros documentos, que hablan de Dios Padre.

  1. ¿En qué forma El libro de Urantia ha cambiado tu vida?

Creo que hay dos cosas fundamentales que han cambiado en mi vida después de leer y tratar de integrar las enseñanzas de El libro de Urantia. Una es la percepción del mundo, o más bien de la vida. Por ejemplo, saber qué hay después de dejar este mundo. La carrera ascendente que tenemos es en sí una motivación para vivir. La otra es el compromiso de buscar hacer la voluntad divina, de mejorar en la perfección, de trabajar la religión personal. Esto sin duda es lo más difícil, pero es un compromiso firme.

  1. ¿Ha cambiado la fe que tenías después de leerlo? Si es así, ¿de qué forma?

La fe ya la tenía, pero me ha aclarado muchas cosas que no entendía. Claramente me ha afianzado aún más la fe.

  1. ¿Hay algún punto (o puntos) de la revelación que te cueste aceptar?

Me llama la atención la reacción tan salvaje que tuvieron los habitantes del Jardín del Edén al atacar a la población vecina nodita y no dejar a nadie vivo, inmediatamente después de la falta de Eva. No se trata de aceptar conceptos o algo así, puesto que son unos hechos, pero es llamativo cómo la violencia estaba tan presente, en los que se supone que eran los seres humanos más avanzados.

  1. ¿Cuál es la parte que más profundamente te ha impresionado?

Sin duda la vida de Jesús de Nazaret, que es todo un ejemplo a seguir. También la complejidad de la Creación, su administración y su grandiosidad. No hay tiempo para aburrirse.

  1. ¿Cómo entiendes tú eso de «hacer la voluntad del Padre»?

Creo que solo con la sabiduría y el discernimiento espiritual podemos descubrir cuál es la verdadera voluntad del Padre. La intuición sentida a través de la «llamada» del Ajustador del Pensamiento, pasando por el filtro de ese discernimiento sabio, nos deben conducir a tomar las decisiones acordes a la voluntad del Padre.

  1. ¿Has llegado a ser consciente de la presencia de tu Ajustador?

No conscientemente. Si dijera lo contrario sería presuntuoso y me engañaría a mí mismo.

10. ¿Has intentado poner en práctica las enseñanzas del Maestro? ¿Cuál ha sido el resultado?

¿Eso no es lo mismo que hacer la voluntad del Padre? En eso estamos. Muchas veces hacemos acciones convencidos de que es lo mismo que haría nuestro Soberano y Maestro, otra cosa son los resultados; pero creo que la intención es lo importante.

11. ¿Crees que El libro de Urantia tiene algo «misterioso» que hace que no todo el mundo se decida a leerlo?

No es el libro: son las personas, el momento en el que se encuentran, sus necesidades. En lo que se refiere al camino espiritual, cada uno tenemos un traje a medida que es el que vamos buscando. El nuestro es el de las enseñanzas de la quinta revelación, su propuesta de religión personal. Otros buscan en las religiones evolutivas, dogmáticas, porque es lo que necesitan. Otros ni buscan, están perdidos en la niebla del materialismo y la autogratificación.

12. ¿Hay algo más que quieras decir respecto a El libro de Urantia?

Se podrían decir muchas cosas, pero me quiero centrar en el movimiento urantiano en sí. Creo que cometen algunos errores que se dan en otras instituciones religiosas y de otro tipo y que tiene que ver con la sobreprotección de la institución, de hacer bandera del movimiento, de sentirse diferentes al resto de personas, de hacer las cosas pensando en ideales convencionales en vez de buscar la unidad espiritual, empezando por nosotros mismos, por las diferentes organizaciones que existen alrededor de Urantia. Debemos dejar atrás errores pasados y ser un ejemplo de funcionamiento hermanado. Me entristece a veces ver determinadas acciones.