La cruz es el gran símbolo del servicio sagrado que consiste en dedicar nuestra vida al bienestar y la salvación de nuestros semejantes. La cruz no simboliza el sacrificio del Hijo de Dios inocente que es castigado en lugar de los pecadores culpables para aplacar la cólera de un Dios ofendido; la cruz se alza para siempre en el planeta y en todo un vasto universo como símbolo sagrado de los buenos que se otorgan a los malos y los salvan mediante esa misma entrega de amor. La cruz es el signo de la manifestación más alta de servicio generoso: la entrega suprema y total de una vida recta al servicio incondicional de los demás incluso en la muerte, la muerte en la cruz. La sola visión de este gran símbolo de la vida de otorgamiento de Jesús inspira verdaderamente en todos nosotros el deseo de hacer como él. 188:5.9 (2019.2)
Esta parte de los doc.188:4 y sección 5 me han ayudado a entender mejor y desde otro punto de vista más real el significado del símbolo de la cruz. En otro tiempo atrás, cuando pertenecía como miembro de una iglesia evangélica, veía grotesco el simple hecho de observar a Jesús de Nazaret colgado en la cruz, recordando el sufrimiento infligido por sus agresores y la mansedumbre de su actitud hacia ellos.
Se me enseñó durante mi membresía que este signo era como ver a alguien en el que, en otra circunstancia diferente en su muerte, se utilizara el arma homicida como imagen y signo en su propio cuerpo. Por lo cual entendí de esa manera que debía desprenderme de las cruces que tenía en mi poder, algunas de ellas regalos de mis padres y otras adquiridas por mí. Y así lo hice al verlo y entenderlo en esos momentos de esa manera tan primitiva e incluso bárbara:
Al contemplar la cruz como una revelación de Dios, no la veáis con los ojos del hombre primitivo ni desde el punto de vista de los bárbaros posteriores… 188:5.11 (2019.4)
Desde que llegó a mis manos El libro de Urantia ha transformado mi vida y cambiado la perspectiva que anteriormente tenía sobre la vida, el mensaje original de Jesús de Nazaret y, sobre todo, el signo y significado de la cruz.
Hablando de estas cosas con una buena amiga de la familia que me lleva bastantes años por delante en edad, ni corta ni perezosa, con diligencia al día siguiente me regaló un rosario que tiene cincuenta años y un Cristo de Dalí que, por supuesto tiene también sus años, el cual llevo puesto desde ese día y el rosario colgado en el vehículo. Todo un detalle de cariño por su parte y muy agradecido que le estoy.
No es mi intención modificar ni cambiar, en ninguno de ustedes, su perspectiva personal al respecto. Solo me ha parecido bien contarles, trasladarles algo muy mío y personal sobre esto.
También en estos mismos documentos, desde que leí esta sección, tengo muy presente este otro párrafo en mi día a día que comparto con ustedes y seguro han recordado en ocasiones:
… Jesús ama tanto a los hombres que su amor despierta una respuesta de amor en el corazón humano. El amor es realmente contagioso y eternamente creativo. 188:5.2 (2018.1)
Personalmente no entendería el mundo sin el amor al que hace referencia El libro de Urantia. Ese amor que hace que vivamos por y para alguien, nuestros hijos, hermanos, padres, familiares y amigos. Vivir y mostrar al resto de nuestros seres queridos la forma en que llevamos y mostramos que somos todos hijos del mismo Padre y por ende a la hermandad fraterna y espiritual que, el Maestro nos enseñó.
Hoy doy gracias a Dios por conocer a esta gran y creciente familia de lectores de la quinta revelación.
Reciban con todo cariño un superabrazo.
Francisco Segura Berenguel