Editorial Luz y Vida – enero 2022

Editorial enero 2022

Existe una hermosa leyenda de origen medieval que recoge la historia sobre un teólogo, más tarde identificado con san Agustín, que narra la siguiente anécdota:

«Un día, san Agustín paseaba por la orilla del mar dando vueltas en su cabeza a muchas de las doctrinas sobre la realidad de Dios, una de ellas, la doctrina de la Trinidad. De repente, alzó la vista y vio a un hermoso niño que estaba jugando en la arena, a la orilla del mar. Lo observó más de cerca y vio que el niño corría hacia el mar, llenaba el cubo de agua del mar y volvía donde estaba antes vaciando el agua en un agujero en la arena. Así el niño lo hacía una y otra vez.

»Hasta que ya san Agustín, sumido en gran curiosidad se acercó al niño y le preguntó “Oye, niño, ¿qué haces?” Y el niño le respondió: “Estoy sacando toda el agua del mar y la voy a poner en este hoyo”. Y san Agustín dice: “Pero eso es imposible”.

»Y el niño responde: “Más imposible es tratar de hacer lo que tú estás haciendo: tratar de comprender en tu mente pequeña el misterio de Dios”».

Este problema, tratar de comprender con nuestra pequeña mente mortal el misterio de Dios, fue un auténtico reto para los reveladores que estuvieron laborando durante años en la redacción de El libro de Urantia. En el mismo inicio del libro, el Prólogo, ya nos lo anuncia:

«…es extremadamente difícil presentar conceptos ampliados y una verdad avanzada cuando estamos restringidos al uso de un lenguaje circunscrito del mundo. Sin embargo, tenemos el mandato de hacer todos los esfuerzos posibles para transmitir nuestros significados utilizando los símbolos verbales de la lengua inglesa.» (0:0.2)

Y cuando los lectores de El libro de Urantia nos enfrentamos a la comprensión correcta de este extenso y complejo texto, nos podemos plantear estas dudas razonables: ¿seré capaz de leer el Prólogo o me salto su lectura?  ¿Será mejor comenzar la lectura por la cuarta parte, tan hermosa, de la vida de Jesús? ¿El orden de lectura es realmente importante? ¿Da igual si inicio mi lectura por aquella parte que me agrada más revisando el índice? ¿El propio Libro de Urantia nos ofrece alguna orientación sobre cómo leer el texto?

Nos puede sorprender encontrar en el propio texto de El libro de Urantia una aclaración sobre este aspecto. Seres de tan extraordinaria inteligencia y desarrollo espiritual no dudan en ofrecernos una explicación de por qué El libro de Urantia está redactado siguiendo un orden preciso, orden adecuado de seguir en su lectura. Ellos han buscado que consigamos con dicha lectura una auténtica profundidad espiritual, expandir nuestra consciencia cósmica y elevar la percepción espiritual. No les interesa promover una visión fragmentaria o parcial de la realidad, la Divinidad o la historia:

«En un universo de universos tan extenso existe siempre el gran peligro de caer en el error del punto de vista circunscrito, en el mal inherente a una concepción segmentada tanto de la realidad como de la divinidad.» (19:1.4)

Los reveladores utilizan un enfoque cósmico o muy elevado en el desarrollo de las ideas y conceptos que quieren mostrarnos, desde el Prólogo y en los documentos sucesivos. Tratan de trasladarnos las maravillas que no podemos vislumbrar en la Tierra, pero que forman parte del universo en el que hemos abierto los ojos.

«…empleamos el método de acercarnos al hombre y sus problemas planetarios embarcándonos en un viaje en el espacio-tiempo que parte de la infinita, eterna y divina Fuente y Centro del Paraíso de toda realidad de personalidad y de toda existencia cósmica.» (19:1.12)

El libro de Urantia está redactado siguiendo un orden que va de lo más complejo a lo más sencillo, y el propio libro nos explica las grandes ventajas que ello nos reporta:

«…la mente humana anhelaría normalmente acercarse a la filosofía cósmica descrita en estas revelaciones yendo de lo simple y finito a lo complejo e infinito, de los orígenes humanos a los destinos divinos. Pero ese camino no conduce a la sabiduría espiritual.

»Dicho procedimiento es el camino más fácil hacia cierta forma de conocimiento genético, que en el mejor de los casos solo puede revelar el origen del hombre pero que poco o nada revela sobre su destino divino.» (19:1.5)

El libro de Urantia nos advierte de algunos problemas que conllevaría utilizar un enfoque diferente. Por ejemplo:

«La historia por sí sola no consigue revelar adecuadamente el desarrollo futuro: el destino. Los orígenes finitos son útiles, pero solo las causas divinas revelan los efectos finales. Los fines eternos no se hacen visibles en los comienzos del tiempo. El presente solo se puede interpretar verdaderamente a la luz de la correlación del pasado y el futuro.» (19:1.11)

¿Qué conclusiones podemos extraer de esta aclaración tan importante que realizan los reveladores?

El orden más adecuado para comprender correctamente todos los conceptos y enseñanzas de El libro de Urantia sería leer este texto comenzando por el Prólogo y leyendo sucesivamente los diferentes documentos hasta finalizar en el documento 196. Así de sencillo.

Esta idea de progresar desde lo complejo a lo más simple es algo que a las personas con inquietudes espirituales no debería de sorprendernos, pues se trata de vivir y desarrollarnos desde una perspectiva cósmica, tomar nuestras decisiones desde una atalaya más elevada que los estímulos o necesidades sensoriales o materiales. ¿Recuerdan esta sencilla cita de Pablo en su Carta a los Corintios, donde habla de cómo cambió su mente infantil y material por otra adulta tras su conversión?

«Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.» 1 Corintios 13:11

En nuestra vida cotidiana, existir desde una perspectiva cósmica o una mentalidad adulta nos permite enfrentarnos a los problemas diarios con una poderosa arma: la conciencia constante de la presencia divina en nosotros. El libro de Urantia busca precisamente expandirnos desde una mentalidad sensorial, infantil, pequeña, a otra mentalidad enfocada en lo más grande, en lo espiritual. Siguiendo el ejemplo de nuestro mismísimo creador, Miguel de Nebadon:

«LA FE en Dios de Jesús era sublime y sin reservas. Experimentó los altibajos corrientes de la existencia mortal, pero nunca puso en duda su certeza religiosa de estar bajo la guía y el cuidado vigilante de Dios. Su fe emanaba de una visión interior nacida de la actividad de la presencia divina, el Ajustador que moraba en él.» 196:0.1 (2087.1)

En la mente y su elevación está la clave.

«… la mente ha sido puesta en vuestras manos, sometida a vuestras propias decisiones, y por la mente vivís o morís. Dentro de esa mente y con esa mente tomáis las decisiones morales que os harán semejantes al Ajustador, es decir, semejantes a Dios.» (111: 1.4)

Otra aclaración que hacen los reveladores de El libro de Urantia nos informa sobre el porqué del orden actual de los diferentes documentos:

«La verdadera perspectiva de cualquier problema de la realidad —humano o divino, terrestre o cósmico— solo se puede obtener mediante el estudio y la correlación, en profundidad y sin prejuicios, de los tres aspectos de la realidad del universo: su origen, su historia y su destino. La comprensión correcta de estas tres realidades experienciales proporciona la base para valorar sabiamente la condición presente.» (19:1.6)

Vemos, a vuela pluma, cómo los primeros documentos hablan de nuestro ORIGEN (Paraíso, Trinidad, Havona, etc.), prosiguen con la HISTORIA (creación universo local, historia de la Tierra, etc.) y continúan hasta que nos muestran nuestro DESTINO (Jesús, Hijo de Dios).

Por tanto, la progresión en los documentos está muy medida y razonada, y es bueno considerarla y respetarla en la lectura de El libro de Urantia.

Esta breve reflexión sobre cómo leer el libro tiene bastante sentido realizarla en estos momentos ya que podemos disfrutar en español de la última revisión realizada por la Fundación Urantia.

¿Y si en este 2022 recién estrenado nos planteamos la lectura de El libro de Urantia desde el comienzo, como nos invita a hacer el propio libro, y en la cuidada prosa de la revisión al español? Nuevos significados, descubrimientos y aprendizajes se harán realidad en nuestra mente y en nuestra vida cotidiana. Seguramente daremos algunos pasos en nuestro intento de poder comprender con nuestra mente pequeña el misterio de Dios.

En cierta ocasión se quejaba un discípulo a su maestro: «Siempre nos cuentas historias, pero nunca nos revelas su significado». El maestro le replicó: «¿Te gustaría que alguien te ofreciera fruta y la masticara antes de dártela?».

Nadie puede descubrir tu propio significado en tu lugar. Ni si quiera el Maestro.

Muerde tú mismo la fruta.

Lee tú mismo y descubre por ti mismo.

FELIZ LECTURA.

FELIZ 2022.

ASOCIACIÓN URANTIA DE ESPAÑA