XVIII Encuentro de lectores – Benalmádena (Málaga), 2019

Fecha: Del 25 al 28 de abril de 2019
Lugar: Hotel Estival Torrequebrada (Benalmádena, Málaga)
Tema: La vida interior

El XVIII Encuentro de lectores españoles comenzó el jueves 25 de abril por la tarde en el Hotel Estival Torrequebrada, un hotel en primera línea de mar en Benalmádena, en plena Costa del Sol. Asistieron unas 45 personas procedentes de todos los rincones del país: Almería, Barcelona, Burgos, Cádiz, Gerona, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Sevilla, Tarragona, Valencia y Vizcaya. También tuvimos asistentes de otros países europeos: Alemania, Finlandia, Holanda, Israel, Portugal y Suiza, entre los que se encontraban Antonio Schefer, presidente del comité de Conferencias de la Asociación Urantia Internacional (AUI), y Sebastián Nozzi, coordinador continental europeo de la AUI. ¡Muchas gracias a todos por asistir!

En esta ocasión, y de acuerdo con el tema general que propone la AUI para las conferencias de las asociaciones Urantia para estos años, «Vivir las enseñanzas», se trató sobre la vida interior, y más concretamente sobre cómo desarrollarla en cuatro aspectos:

  • Hacia dentro
  • Hacia arriba
  • Hacia Dios
  • Hacia fuera

Pero el primer día, jueves, dimos cabida a otras presentaciones que no estaban relacionadas con el tema general del Encuentro. En primer lugar, y para continuar con el ciclo de presentaciones que comenzamos hace ya tres encuentros relacionadas con la historia del movimiento Urantia, Eduardo Altuzarra, del grupo de estudio de la zona norte, dio una presentación sobre la historia del movimiento Urantia en nuestro país, más concretamente sobre la figura de Pedro Valverde Tort, que fue uno de los primeros que introdujo El libro de Urantia en nuestro país.

A continuación, Olga López hizo un homenaje a Richard Keeler, que se graduó a los mundos mansión en enero de este año y que tuvo unos vínculos importantes con España y con la traducción al español del libro.

Presentación de CarmeloTras este homenaje, Carmelo Martínez, del grupo de estudio de la zona norte, hizo un repaso sobre los lugares donde Jesús pasó sus últimas horas y la correspondencia de esos lugares con la Jerusalén de hoy día. Se centró principalmente en la ubicación del Gólgota y de la tumba del jardín, donde reposaron los restos de Jesús hasta su resurrección.

Después de la cena, y como incorporación de última hora, Rafael Mondéjar, lector español residente en Colombia, nos dio una presentación sobre «La fraternidad espiritual de los hijos de Dios» en las que transmitió la importancia que este concepto tiene para aplicar las enseñanzas del libro en nuestro entorno y hacer realidad el reino de los cielos aquí en Urantia.

Presentación de Rafael MondéjarComo podéis ver, ¡el programa del Encuentro comenzó con mucha fuerza!

Al día siguiente, viernes, comenzamos el día con la proyección de una película-documental que estaba muy relacionada con el tema del Encuentro: El cambio (The Shift), de Wayne Dyer.

Después de una breve puesta en común por falta de tiempo, pasamos ya a abordar el tema del Encuentro. La manera de tratar los cuatro aspectos de la vida interior era siempre la misma: una persona se encargaba de dar una presentación introductoria de unos veinte minutos de duración, tras la cual los asistentes se organizaban en grupos dirigidos por un moderador para responder a una serie de cuestiones y preguntas propuestas. Estos grupos se organizaron de manera que fuera un grupo diverso y equilibrado (mujeres y hombres, lectores expertos y noveles) y con la finalidad de que los miembros del grupo se conocieran mejor y compartieran sus puntos de vista. Tras un tiempo de trabajo en grupo (que estuvo alrededor de los cuarenta minutos), se pasaba a una puesta en común, cuya duración estaba sujeta al tiempo que había disponible.

María José Sánchez Santamaría, del grupo de estudio de Málaga, se encargó de dar la primera presentación (La vida interior: hacia dentro), en la que nos invitó a considerar tres ejemplos de parejas que aparecen en el libro: Andón y Fonta, Adán y Eva y María y José, los padres de Jesús. Sobre todo nos hizo reflexionar sobre los desafíos a los que se enfrentaron y cómo los superaron.

Presentación de María José

Ya por la tarde tuvimos un taller en el que desarrollamos el que llamamos El juego de los valores: separados en los mismos grupos de las presentaciones de la vida interior, cada grupo tenía una baraja con 52 cartas. En cada una de las cartas aparecía un valor y un breve texto sobre él. Cada uno de los miembros del grupo tomaba una de las cartas al azar y compartía con los demás lo que le sugería ese valor: si era algo que necesitaba mejorar, qué experiencias había tenido relacionadas con dicho valor (o con su ausencia), y en general cualquier idea que estuviera relacionada. Por poner unos ejemplos, he aquí una breve muestra de los valores que se trataron: el desapego, el perdón, el optimismo, la compasión, el sentido del humor, etc.

Después del taller sobre los valores, Ana María García, también del grupo de estudio de Málaga, ofreció la segunda presentación (La vida interior: hacia arriba), en la que nos invitó a plantearnos cuál era nuestro nivel de desarrollo espiritual respondiendo a un sencillo test. También hubo otras preguntas relacionadas con el aspecto de la vida interior, que se trataron en el posterior trabajo en grupos.

La carrera a Nebadón - XVIII EncuentroEsa misma noche, después de la cena, jugamos al juego de mesa La carrera a Nebadón con prácticamente los mismos grupos que para las sesiones de trabajo. En seis grupos, identificados por el color de cada una de las seis primeras razas de color (amarillo, naranja, rojo, verde, azul e índigo), fuimos avanzando por las casillas del tablero hasta que el grupo ganador llegó a Salvington, la meta final del juego. Como el año anterior, las risas y el buen humor fueron más importantes que el juego en sí, en el que el único premio de los ganadores es la satisfacción de llegar primero.

Al día siguiente, sábado, comenzamos con otra presentación del bloque sobre la vida interior. Olga López presentó el tercer bloque (La vida interior: hacia Dios), en el que se centró en las inevitabilidades como manera de progresar por los mundos del tiempo y el espacio y en el comienzo de la vida morontial en estos mundos de los mortales, donde la posibilidad del mal y los venenos físicos y mentales son escollos que debemos salvar para progresar espiritualmente. En el trabajo en grupo nos centramos en esos obstáculos para el desarrollo espiritual y en cuál es nuestra manera de superarlos.

Presentación de Santiago

La última presentación, con la que se cerraba el trabajo propiamente dicho de los asistentes, trató sobre el cuarto aspecto: hacia fuera. Santiago Rodríguez, del grupo de estudio de Barcelona, se encargó de hacer la presentación preliminar, en la que se hizo especial hincapié en el servicio a los demás como clave para proyectar hacia fuera nuestra vida interior. Una vida interior rica y dominada por la espiritualidad no puede quedarse dentro de nosotros sino que debe volcarse hacia fuera en ayudar a nuestros semejantes. En el trabajo posterior en grupo se profundizó un poco más sobre ese particular.

El TinteroEl sábado por la tarde, y como ya viene siendo habitual en los últimos Encuentros, se reservó para socializar y confraternizar entre todos. El grupo de estudio de Málaga (al que damos la enhorabuena por haber organizado de manera excelente todos los detalles del hotel y otros asuntos logísticos) organizaron una excursión en autocar a la ciudad de Málaga, situada a unos 20 Km. del hotel donde se celebraba el Encuentro. Después de disfrutar de las hermosas vistas de Málaga desde Gibralfaro, en la parte alta de la ciudad, dimos un paseo por el centro de Málaga y el puerto para terminar en el restaurante El Tintero, un famoso restaurante de la ciudad situado junto a la playa en el que los camareros van sacando platos que los comensales compran. Esto añadió un plus de diversión a un ambiente de fraternidad y camaradería que todos anhelamos experimentar durante los Encuentros.

El domingo por la mañana se reservó para los asuntos puramente organizativos de la Asociación Urantia de España, tras los cuales llegó el momento agridulce de las despedidas. Una vez más, queremos agradecer el gran trabajo hecho por el grupo de estudio de Málaga, y ya solo nos queda esperar con ilusión a que llegue el día de celebrar el siguiente Encuentro.

Foto de grupo XVIII Encuentro