Estamos de aniversario, de celebración.
El miércoles 12 de octubre de 1955 se hizo realidad la publicación de El libro de Urantia completo. Dicha publicación coincidió con el aniversario del descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492. Fue en aquellos tiempos lejanos, según contaban los miembros de la comisión de contacto, que los intermedios de Urantia enviaron una petición formal a los gobernantes del superuniverso, los Ancianos de los Días, en la que solicitaban impartir una nueva revelación a nuestro mundo, Urantia. Deseaban incluir más información sobre Jesús de lo que estaba contenido en los cuatro evangelios del Nuevo Testamento. Y no fue hasta los tiempos de la Quinta Revelación de época (siglo XX) que los intermedios recibieron la respuesta a su petición previa: el permiso para incluir la cuarta parte de El libro de Urantia, la que habla de la vida y las enseñanzas de Jesús.
Ahora, en el año 2024 y en este mes de octubre, celebramos el 69º aniversario de su impresión en papel.
El libro de Urantia, sus diferentes partes, sus maravillosos conceptos, su acercamiento inigualable de la figura de nuestro amado Jesus de Nazaret, está a disposición de millones de lectores. Bien con libros físicos o de forma online. Una maravillosa noticia en un mundo sediento de buenas noticias.
Los viejos libros, polvorientos y arrinconados ya tuvieron su momento de esplendor, y ahora reposan en estanterías olvidados de los lectores. Pero El libro de Urantia busca convertirse en algo radicalmente vivo y ajustado a nuestras circunstancias personales. Se trata de conocer la Verdad con nuestra experiencia y no solo con nuestro asentimiento intelectual en discusiones de grupos de estudio, en foros o en investigaciones. No solo se trata de compartir citas del libro, sino de actuar creyendo que, cada vez que interaccionamos con otra persona, estamos disfrutando del encuentro con el Dios que vive dentro de nosotros. Una religión personal que trata de buscar el tesoro escondido en lo más profundo de nuestro SER: a Dios mismo, nuestro amigo y compañero inseparable, nuestro verdadero Yo. Esa sería la verdadera y maravillosa espiritualidad VIVA que promueve El libro de Urantia.
Dice un relato que le preguntaron al Maestro: «¿Qué es la espiritualidad?».
«La espiritualidad», respondió, «es lo que consigue proporcionar al hombre su transformación interior».
«Pero si yo aplico los métodos tradicionales que nos han transmitido los Maestros, ¿no es eso espiritualidad?».
«No será espiritualidad si no cumple para ti esa función. Una manta ya no es una manta si no te da calor».
«¿De modo que la espiritualidad cambia?».
«Las personas cambian, y también sus necesidades. De modo que lo que en otro tiempo fue espiritualidad ya no lo es. Lo que muchas veces pasa por espiritualidad no es más que la constancia escrita de métodos pasados».
El libro de Urantia exalta, precisamente, esta transformación interior desde el principio mismo del libro:
En nuestro esfuerzo por expandir la consciencia cósmica y elevar la percepción espiritual, es extremadamente difícil presentar conceptos ampliados y una verdad avanzada cuando estamos restringidos al uso de un lenguaje circunscrito del mundo. Sin embargo, tenemos el mandato de hacer todos los esfuerzos posibles para transmitir nuestros significados utilizando los símbolos verbales de la lengua inglesa. 0:0.2 (1.2)
Esta labor tan crucial que formula el libro azul en sus comienzos no sería posible si no estuvieran fijadas en un texto miles de ideas nuevas, rompedoras, expansivas. Un texto que puede ser releído cientos de veces, subrayado, resaltado en el papel. Un texto que cada vez que es leído en diálogo silencioso es comprendido mejor, es captado en mayores matices no vislumbrados en la primera lectura.
Esta manera tan llamativa de revelar la Deidad sus proyectos, no utilizando a personas como mensajeros, sino utilizando un elemento de tecnología humana como son los libros, ¿no os llama la atención? Un elemento que nos permite la comunicación íntima entre la mente de los que han elaborado los diferentes documentos de El libro de Urantia y los seres humanos. Es asombroso que este libro prodigioso permita esta comunicación con seres celestiales muy diversos y también con seres terrestres no tan conocidos, como los seres intermedios. Una comunicación mente/mente que nos muestra que TODOS somos seres personales, todos somos capaces de establecer comunicación, todos formamos parte de una gran hermandad cósmica.
El mismo libro nos resalta este deseo divino de comunicación, este esfuerzo de ser revelado con multitud de recursos:
Nuestro Padre no se esconde, no se recluye arbitrariamente. Ha movilizado los recursos de la sabiduría divina en un esfuerzo sin fin para revelarse a los hijos de sus dominios universales. Hay una grandeza infinita y una generosidad inexpresable vinculadas a la majestad de su amor que hacen que anhele relacionarse con cada ser creado que pueda comprenderlo, amarlo o acercarse a él. 5:1.2 (62.4)
Los reveladores saben que esta comunicación tan inusual va a ser posible no solo por el material del libro, sino también por la presencia interna de una chispa divina. Ahí está la clave de la comprensión del texto:
Aunque para acercaros a la presencia paradisíaca del Padre tengáis que esperar a alcanzar los niveles finitos más altos de progresión espiritual, deberíais regocijaros al reconocer la posibilidad siempre presente de comunión inmediata con el espíritu otorgado del Padre que tan íntimamente se asocia con vuestra alma interior y con vuestro yo en espiritualización. 5:1.3 (63.1)
El texto publicado hace ya 69 años es una puerta que, una vez abierta, nos damos cuenta de que es un instrumento que nos lleva a descubrir que lo más importante de todo es el AMOR. Un elemento simple, el libro. Una lección extraordinaria dentro, el encuentro personal con el Dios amoroso de Jesús de Nazaret.
Un encuentro que está a nuestra disposición de forma cotidiana, a la vuelta de la página, volatilizando así el paradigma tecnocrático y neoliberal imperante ahora en nuestro planeta.
¡Qué belleza tiene la cotidianidad de lo sencillo! Disfrutemos de la lectura, disfrutemos de este boletín mensual, disfrutemos de esta asombrosa existencia en un pequeño planeta: Urantia.
Y por ello, no os perdáis los interesantes trabajos de este mes.
Os hemos resaltado estos cuatro trabajos:
o Otros seres (Santiago Rodríguez)
o La vida y enseñanzas de Jesús (Jesús Rodríguez)
o Fechas clave en la historia de El libro de Urantia (sitio web de la UB Fellowship)
o Cómo dar a conocer El libro de Urantia (Olga López).
• En el espacio de «Crónica de la vida de Jesús», material muy útil de estudio, llegamos al documento 159.
• En la Guía de El libro de Urantia para niños hablamos de Jesús a los 21 años.
• Otros libros de crecimiento espiritual: Los cuatro acuerdos (don Miguel Ruiz)
• Vídeo recomendado: La evolución de la IA (canal Filosofía Urantia)
• Navegando por la vida: La serenidad
• Mi párrafo favorito lo escribe este mes Rey Sotolongo.
• El cuestionario urantiano lo responde Ulises Pedrique.
• Charla urantiana de octubre es la que impartirá Jose Manuel Díaz, sobre el tema «Ética y moral en el actual paradigma tecnológico», concretamente el 27 de octubre, en la sala Zoom de la Asociación Urantia.
Desde este boletín de la Asociación Urantia España celebramos este aniversario, el 69, y os queremos animar a sumergiros una vez más en la lectura de El libro de Urantia, a unir su lectura con la VIDA, con nuestras vidas. A mirar la realidad con nuevos y renovados ojos.
Contaba Anthony de Mello este breve relato:
Cuando el maestro de Zen alcanzó la iluminación, escribió lo siguiente para celebrarlo:
«¡Oh, prodigio maravilloso: ¡puedo cortar madera y sacar agua del pozo!».