Las transcripciones de la mente del mortal y los patrones activos de la memoria de la criatura, transformados de los niveles materiales a los espirituales, son posesión individual del Ajustador del Pensamiento que se ha desligado. Esos factores espiritualizados de la mente, la memoria y la personalidad de la criatura forman parte para siempre de dicho Ajustador. La matriz-mente de la criatura y sus potenciales pasivos de identidad están presentes en el alma de morontia confiada al cuidado de las guardianas seráficas del destino. Y es la reunión del alma-morontia confiada a las serafines y la mente-espíritu confiada al Ajustador lo que reensambla la personalidad de la criatura y supone la resurrección de un superviviente durmiente. 47:3.3 (533.1)
En este párrafo explica claramente que en el momento de la muerte, el Ajustador custodia la personalidad («son posesión individual del Ajustador del Pensamiento que se ha desligado. Estos factores espiritualizados de la mente, la memoria y la personalidad de la criatura forman parte para siempre de dicho Ajustador»).
También nos dicen que la serafín guarda el alma y en ella está «la matriz-mente de la criatura y sus potenciales pasivos de identidad están presentes en el alma de morontia confiada al cuidado de las guardianas seráficas del destino».
En resumen: lo que es de Dios va con el Padre: el Ajustador y la personalidad. Lo que es evolutivo va con el Hijo Creador: el alma y los potenciales de identidad confiada a los serafines.