II Encuentro de lectores – Miranda de Ebro (Burgos), 1998

Fecha: Del 29 de abril al 3 de mayo de 1998
Lugar: Miranda de Ebro (Burgos)
(Resumen elaborado por Eduardo Altuzarra)

El II Encuentro de Lectores se celebró entre los días 29 de abril y 3 de mayo de 1998 en el Monasterio de El Espino, situado a 10 Km. de Miranda de Ebro.

A lo largo de la tarde del primer día se fue recibiendo a los asistentes, 55 en total, llegados de Madrid, Sevilla, Cádiz, Málaga, Murcia, Valencia, Barcelona, Gerona, Navarra, Vizcaya, Burgos, Toledo, León, Pontevedra, Portugal, Francia, E.E.U.U. y Brasil.

En el Encuentro se organizaron cuatro talleres, en los que los participantes se distribuían en grupos, cuya composición cambiaba en cada taller, y coordinados por un moderador. Partiendo de extractos escogidos del Libro, se iniciaba el diálogo en los grupos. Un miembro de cada grupo era el encargado de tomar notas de lo que se decía, y luego, al finalizar los talleres, se hacía una reunión en pleno donde se exponía lo dicho en cada grupo y se charlaba sobre ello.

He aquí algunas de las conclusiones que se alcanzaron:

Sobre la personalidad del Padre Universal se dijo que, ante la dificultad de comprender la personalidad sin cuerpo, sin forma, se trata de ir comprendiendo a un Padre infinito e invisible. Dios es una personalidad que puede conocer, ser conocido, comunicarse a través de su amor. A su vez, nosotros podemos establecer relaciones de amor y amistad con él. Él se aflige y se alegra con nosotros. La personalidad es un don que Dios otorga a todas las criaturas.

Sobre la misericordia divina se comentó que es la cualidad de aplicar justicia atemperada con sabiduría. El amor es la clave de la misericordia. Cuando se ama a una persona, cuando estamos en disposición de conocerla, es mucho más fácil perdonarla. La justicia, para ser justa y perfecta, debe ser misericordiosa. Misericordia y justicia deberían coexistir, y sin embargo en nuestros esquemas mentales nos parecen conceptos antagónicos. ¿Será porque no amamos lo suficiente? Es posible que no tratamos de conocernos y comprendernos como Dios desea, pues la mayoría de las veces nos atrevemos a emitir un juicio de nuestro semejante poco humilde y compasivo.

Sobre la ley suprema del Padre se dijo que Dios podría tener dominio absoluto de su creación pero prefiere otorgar libre albedrío a todas sus criaturas. Aceptar libremente la voluntad y el plan de Dios significa cumplir con la Ley Suprema. Debe existir la posibilidad de que se produzcan situaciones erróneas y acertadas para poder apreciar, percibir y vivir lo inevitable. Debe haber mal potencial (no necesariamente mal real) para poder discernir los verdaderos valores: el idealismo, el altruismo, la esperanza, la fe, la felicidad, la lealtad, etc. Las vicisitudes y las crisis nos enseñan, aunque huimos siempre de ellas porque son dolorosas.

Sobre las ideas erróneas de Dios existe la creencia antigua, pero muy arraigada en muchas mentes humanas, de que existe un Dios castigador y represor que se desentiende de los problemas y desgracias de la humanidad. Jesús fue el último que vino a este mundo a aclararnos las ideas, pero las religiones autoritarias son las posibles culpables de las ideas erróneas establecidas en las mentes humanas de sus fieles. Jesús no vino como cordero al que hubiese que sacrificar para expiar los pecados de los hombres, sino más bien para revelarnos a Dios como Padre amoroso y misericordioso.

Sobre los mundos de estancia hubo dos grandes líneas en el coloquio: aquellos que creen y saben por el LU que después de la muerte nos espera la vida eterna, habiendo sido resucitado o repersonalizado, para seguir viviendo experiencias en las distintas moradas del Padre; y aquellos que, viniendo de otras escuelas, enseñanzas o creencias, no habiendo leído lo suficiente el LU, o no habiéndolo comprendido del todo, manifiestan que no existe la resurrección o la repersonalización, sino más bien la reencarnación. Unos vuelven a vivir la vida en este mismo mundo y otros en mundos paralelos, y es aquí donde el LU manifiesta claramente la realidad, como así se expuso en las conclusiones.

Hubiese sido importante terminar como se terminó en algún taller por invitación de Georges, con un minuto de silencio para lograr unficarnos todos los participantes. Es digno de mencionar cómo algunas personas manifestaron que, habiendo leído el texto que habla de los mundos de estancia, habían perdido el miedo a la muerte.

Sobre la naturaleza del alma se dijo que Él “teje” nuestra alma sobre el telar de nuestra mente física. El “niño-alma” puede empezar a crecer como resultado del acuerdo pactado entre la “madre-mente” (voluntad humana) y el “Dios-padre” (voluntad divina). Si lo deseamos, si lo queremos, podemos iniciarnos en construir nuestra alma en la Tierra. Hay 3 factores en la constitución del alma, el tejido morontial:

  1. La influencia de los 7 espíritus ayudantes de la mente.
  2. El espíritu divino (Ajustador)
  3. La relación entre la mente humana o material y el espíritu divino.

La naturaleza del alma no es ni física ni espiritual: es morontial. El Alma es el resultado de la espiritualización de nuestra mente física, humana o material.

Sobre la vida interior se comentó que tienen un poder impresionante si la sabemos utilizar. Es creadora; la creatividad interior ennoblece el carácter. El libre albedrío es la llave de nuestra felicidad o de nuestra autodestrucción. Se tiene la capacidad de crear o de destruir, de hacer el bien o el mal. La realidad del futuro es un presente potencial. En nuestro interior nacen los ideales y en el exterior las ideas; al compartir los ideales se crea una familia espiritual.

No se pudo hablar mucho sobre la supervivencia del yo humano. Se comentó que el libre albedrío es primordial para la elección del sendero, para la suerte que ha de correr el hombre, y para asumir la responsabilidad cósmica. Debemos ser sinceros, firmes y sabios para llevar adelante las decisiones y acciones humanas, para progresar a través de los círculos cósmicos de crecimiento, del séptimo al primero. Cuando nos hallamos en el tercero, nos hallamos ya en una buena disponibilidad para crear momentos en los que, por un lado, la mente humana empieza a perder influencia y, por otro, el alma está más predispuesta a recibir la influencia directa del Padre, a través del Espíritu. Es necesario tener paciencia, ya que el camino a recorrer es largo (de aquí al Paraíso, aproximadamente 200.000.000.000 de años). Es así como sobreviviremos a las experiencias.

Sobre el sermón de la montaña se resaltó cómo, con un lenguaje claro y sencillo, Jesús explicaba a sus discípulos lo que se podía y lo que se debía hacer por los seres de este mundo. Es una doctrina grande y gloriosa, que fue aplicada en su tiempo y que también debemos aplicárnosla y aplicarla ahora para nosotros y por nosotros. Es muy importante proponérnoslo, tomar conciencia de toda la enseñanza del Maestro y llevarla a la práctica.

Jesús enseñó un modelo de comportamiento; cumplirlo requiere una determinada actitud de servicio, de fidelidad. Gran parte de lo que vino Jesús a decirnos está contenido en estos preciosos y esperanzadores párrafos. El que tenga oídos, podrá entender…para el resto sólo serán palabras. “Poned la otra mejilla”, “Amad a vuestros enemigos”…Nadie había dicho nunca nada igual y nadie volverá a decir nada superior a esto. Lo más grande de todo es que además predicó con el ejemplo, y por eso acabó como acabó: crucificado. Recordemos aquello de Unamuno: “No somos buenos porque creemos, más bien creemos porque somos buenos”.

Por último, con referencia a los discursos sobre la religión se dijo que la claridad de la exposición de los 3 tipos de religión sólo pueden provenir de un Maestro. ¿Quiso crear Jesús una nueva religión? En parte sí, y en parte no. Sí, porque Él mismo habla de la nueva religión: la religión del espíritu. Pero no de una manera organizada. “La religión del espíritu requiere solamente uniformidad de discernimiento, uniformidad de destino, no uniformidad de puntos de vista”. Sólo hay algo mejor y superior que querer encontrar a Dios: hacer la voluntad del Padre.

“Yo, en pleno uso de mis facultades mentales y volitivas, declaro mi decisión libre y definitiva de hacer en mí según la voluntad del Padre, sea la que sea. ¡LA QUE SEA! En el convencimiento de que será, además, lo mejor para mi desarrollo espiritual” (Francisco).

No debemos intentar probar a nuestros semejantes que hemos encontrado a Dios. No debemos intentar hacer proselitismo. Simplemente que se note que somos creyentes, pero sin imponer nada. Simplemente sigamos buscando, aprendiendo, dando ejemplo. “Debéis comportaros como penséis que lo haría yo si estuviese con vosotros”.

Consideramos importante resaltar los comentarios realizados por Antonio Moya en referencia a las tríadas que se manifiestan a lo largo de todo el LU, y que nos permiten captar la totalidad de la realidad, pues son como las tres patas de un banco:

“Debemos ser proporcionados en la sabiduría, el razonamiento y la experiencia de la ciencia, la filosofía y la religión, para que nuestros ideales sean de belleza, verdad y bondad, desarrollando un equilibrio entre hechos, significados y valores armónicos con el cuerpo, la mente y el espíritu, dado que de ese modo somos candidatos a vivir el AMOR DIVINO con comprensión, tolerancia y humildad”.

El sábado día 2 por la mañana se dedicó a turno de preguntas y respuestas relacionadas con el Libro. Más tarde se realizó una visita a la cercana localidad de Sta. Gadea del Cid y a un monasterio cercano. Por la tarde hubo más preguntas, y se habló también de la Asociación Internacional Urantia y de sus estatutos. En el tiempo dedicado a ponencias de grupo, el dr. Elyr dos Santos, representante del grupo de Brasil, expuso el estudio que había realizado acerca de la mota morontial.

Posteriormente tomaron la palabra Richard Keeler y Georges Dupont, fideicomisairos de la Fundación Urantia. Richard nos invitó a la calma, la paciencia y el equilibrio, a vivir la vida lo más cercanamente posible a la realidad. Nos dijo: “La verdad no está en el Libro de Urantia. Hay que comprender, vivir y poner en práctica sus enseñanzas para poder alcanzarla”. Georges habló sobre la AIU francesa, constituida al cabo de 25 años y en previsión del posible mal uso que se podía dar del Libro por parte de un grupo de personas. Resaltó la importancia de su constitución por el servicio que se puede ofrecer a los lectores y a los grupos de estudio.

Después de la cena se concluyó oficialmente el Encuentro, de modo que hubo ocasión de despedirnos de todos los participantes.